La cuarentena y el misterio de los trastes sucios sin fin
Los mexicanos tuvimos que adaptarnos de diversas formas a vivir en la cuarentena.
Lo que parecía una realidad lejana nos llegó de golpe con el home office, las largas juntas por videollamada y hasta las pedas virtuales con los amigos (cuyas crudas desgraciadamente no fueron virtuales).
Pero también nos trajo varios misterios como: (por favor leerse con voz de Maussan) ¿Qué llevó a la gente a pensar que debía comprar papel de baño a mansalva? ¿Por qué pagamos hasta 40 PESOS por una lata de cerveza? pero sobretodo ¿Cómo es que los malditos trastes sucios nunca se acaban?
En verdad, yo ni siquiera sabía que tenía tantos trastes en mi alacena cuando de repente ya estaban todos sucios en la tarja de la cocina.
Parece una obviedad que al estar todo el día en casa ensuciemos más trastes, pero es verdaderamente frustrante cuando te preparas una taza de café y ya hay una taza, cuatro cucharas, tres platos y dos ollas en el fregadero.
Claramente es una exageración, pero las señoras y las que somos señoras de espíritu estaremos todas de acuerdo que en confinamiento los trastes sucios parecen no tener fin.
En más, siento que al lavar los trastes ensucié más trastes ¿Qué está pasando? ¿Por qué nadie hace nada?
Hace dos semanas me quedé sin agua un día entero, pero mas que la mierda brotando por el retrete, mi verdadera preocupación era quedar enterrado bajo los trastes. Adjunto explicación visual:
Solo espero que cuando la cuarentena se acabe también se acabe este martirio. Y bueno, esta fue una crítica a las cochinadas que de repente nos pasan en la vida y no los entretengo más porque me tengo que ir a lavar trastes.